top of page

PROTOCOLO Y MÁS

En esta página encontrarás historias del Protocolo, de sus disertantes y de Paraguay, para que te aproximes a su cultura y a las diversas culturas que estarán presentes en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural.
 
LA MUJER, SEGUIRÁ DEJANDO SU HUELLA EN LA HUMANIDAD
 
Por María Lamicé Mira Restrepo[1]
 
Históricamente, la mujer ha jugado un papel fundamental en la consolidación de las sociedades. Sin embargo, su papel en los procesos históricos, en los cambios y en las culturas, no siempre ha sido recordado como ha pasado con la historia de los hombres. «Las mujeres, además de su aportación para sostener el hogar como madres y cuidadoras, han realizado una importante labor en el desarrollo político, científico, social y económico que la historia -escrita por los hombres- ha invisibilizado». Monserrat Boix[2]
 
Cuando buceamos por la historia nos encontramos que ya de por sí, debido a su condición biológica, su cuerpo ha sido preparado para albergar miles de genios que da dado la humanidad en sus diferentes recorridos. Gracias a sus incursiones, en diferentes campos de desarrollo de la humanidad, ha ido dejando una huella que, incluso, ha permitido a muchos ser reconocidos mientras ellas se quedan en el olvido, simplemente por ser mujeres que no siempre pueden expresarse libremente. Tal como pasó, con los griegos cuando en sus escritos nos dejan ver claramente la misoginia El poeta Hesíodo, del siglo VIII a. de C., cuenta que la primera mujer enviada a la tierra por Zeus fue Pandora, quien introduce los males a la humanidad. El mismo Aristóteles se refiere a ella como alguien inferior, que solo es un defecto de la naturaleza.
 
Lo anterior, nos lleva a pensar en ese recorrido que la mujer ha tenido que hacer para ser tenida como valiosa dentro de la transformación de las sociedades. Si miramos, por ejemplo, muy atrás en la historia, la primera reina faraona egipicia fue Hatshepsut, de la dinastía XVIII de Egipto[3]. Estuvo en el trono de Dos Tierras durante muchos años. Tutmosis, su padre, la preparó para gobernar. Aunque no llegó rápidamente al mismo, tras la muerte del Faraón, fue planificando un golpe de estado para reclamar lo que había sido arrebatado, claro está, fue apoyada por los sacerdotes encabezados por Hapuseneb. Derrotó a Tutmosis III, quien reconoció la superioridad de su tía y madrastra. Y es que, si estudiamos, simplemente a esta mujer, si leemos libros, nos quedamos asombrados de todo lo que llegó a maquinar en su interior, y que exteriorizó en estrategias que muchos políticos hoy en día, ni siquiera serían capaces de llegar a estructurar para llevar adelante a una civilización.
 
Quedarse solo aquí, sería pergueñar y esconder muchos procesos en los cuales han estado presentes las mujeres, miremos como grandes personajes de la historia hispana, como la reina Isabel La Católica, de gran carácter, dieron a la conformación de España todo un sello impresionante de gran país que fue expandiéndose más allá de las tierras de Castilla y León, para acometer hazañas parecidas a las del Ulises de Homero, pero en las famosas Indias que fueron las Américas después. Pocos hombres se han atrevido a imaginar o a emprender con tanta claridad como aconteció en la vida de esta reina que estuvo en el trono durante treinta años. Se autoproclamó a la muerte de su hermano Enrique IV, como la reina de Castilla, y envió cartas a todos para instarlos a ser obedientes a su mandato. Visto desde ese punto, ya tenía una idea clara de las comunicaciones como algo importante dentro del desarrollo de las sociedades. Aunque, para nadie es un secreto, que fue preparada por personas como el Arzobispo Carrillo y Gonzalo Chacón y Martínez del Castillo, siendo este último quien siempre estuvo muy al pendiente de ella, además de Beatriz de Bobadilla su gran amiga, junto a su esposo Cabrera (aunque este último, la traicionó un tiempo, y después se arrepintió).
 
Mirar lo anterior, nos haría incluso pensar en un tratado interminable de mujeres que han logrado una transformación, de aquellas que en el silencio de un hogar, día a día al cuidado de los hijos construyen pequeños castillos donde abunda el amor. Muchas han quedado en el olvido, otras como Maria Curie, la científica que tomó el nombre de su marido para poder salir a la luz pública, fue la pionera en el estudio de la radiactividad, obtuvo dos premios Nobel. Escritoras reconocidas como Virginia Woolf, la política Dolores Ibárruri, que militó en el Partido Socialista Obrero Español antes de pasar a formar parte del Partido Comunista. Asimismo, la trascendencia que dejó la obra de Frida Kahlo, a quien un accidente de tren la dejó impedida, no quedó en su pensamiento para convertirse en una de las grandes pintoras del surrealismo.
 
Igualmente, en este breve listado a Santa Hildegarda, una mística y escritora prolija del medioevo, a quien se estudia hoy en día por la gran profundidad en sus escritos tanto de tipo médico como las obras místicas que se gestaron en su existencia. Junto a ella, una mujer contemporánea, la Madre Teresa de Calcuta, misionera: Gonxha Agnes (1910-1997) fundadora de la congregación Misioneras de la Caridad, que sigue ayudando a los pobres materiales y de espíritu. Dos años después de su muerte, Juan Pablo II abrió la causa de su canonización. Recibió el Nobel de la Paz en 1979. Y muchas serían las mujeres para mencionar en este artículo, pero desde el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural, hemos querido hacer un breve homenaje durante el mes de marzo a todas esas mujeres históricas mencionadas y no mencionadas, a todas esas mujeres de carne y hueso que no han sido heroínas reconocidas, que no son santas, ni cantantes famosas, ni escritoras, que simplemente, son mujeres a gusto con su condición biológica pero siempre tienen algo para aportar desde su hogar, desde su trabajo y desde su Nación. Hay entonces que visibilizar a quienes han sido silenciadas por un corto homenaje que, en sus corazones se hará extenso por la inmensidad que se alberga en el corazón de las féminas tan indispensables para la transformación de las sociedades en lugares más justos y equitativos para todos.
 
Culminando nuestro breve escrito, no podemos dejar de dar un reconocimiento a todas las mujeres que hacen posible este Congreso, y en especial a Rosalina Giménez, quien está dando mucho de qué hablar en Paraguay y en el resto de países de Iberoamérica por esa férrea entrega a hacer que el país crezca desde el impulso de un saber que pocos han explorado, y muchos están necesitando.
 
[1] Disertante en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural en Paraguay.
[2] Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Bellaterra. Redactora en la Sección Internacional de los Servicios Informativos de TVE, especializándose en temas del Magreb y del mundo árabe-musulmán. Primera periodista de TV extranjera que plantea en un reportaje la dificultad de la situación de las mujeres argelinas. Y fue precisamente el trabajo TVE, lo que la llevó a investigar sobre la situación de las mujeres en las diferentes culturas, comunidades y países, y muy especialmente en el mundo árabe. Ha publicado trabajos sobre le mujer y los movimientos islamitas sobre Argelia, Irán, Afganistán, Oriente Medio, El Magreb, Irak en diversas revistas como: Woman, El Viejo Topo, Elle, Annals del Collegi de Periodistas de Cataluña...En la actualidad es miembro de la dirección de la revista especializada en el mundo árabe “Nación Árabe” donde publica periódicamente. Es miembro de la Comisión de Estudios Árabes de Cooperación.
[3] Quinta gobernante de dicha dinastía, reinó de 1490–1468 a. C.1 Gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut.
 
 
 
 
 
TERERÉ CON SABOR A PARAGUAY
 
 
 
 
 
 
 
Foto: cheterere.wordpress.com

 

                                                     

                                                         Foto: cheterere.wordpress.com

 
Por María Lamicé Mira Restrepo[1]
A su alrededor se han tejido muchas historias, y si escuchamos la palabra en muchas ocasiones, parece que nos tararearan una melodía, pero son sabor a hierbas. Se genera todo un despliegue de sabores en el paladar, sobre todo en la época de verano, cuando puedes pedir un tereré con pohã ro´ysã, es decir, con menta. Un halo de enigma se ha tejido en torno a la bebida, puesto que, algunos la sitúan en el siglo XVII, época en la cual, los jesuitas aprendieron todo lo que podía hacer esta bebida que calmaba la sed y era mejor que el agua pura.
 
Sin embargo, no todos comparten la historia de siglos, hay quienes la ubican, históricamente durante la Guerra del Chaco (entre Paraguay y Bolivia, 1932-1935), cuando las tropas paraguayas para no delatar su posición con el fuego, comenzaron a beber el mate frío.
 
Asimismo, otra versión, un poco rocambolesca, habla de la misma Guerra del Chaco y de sus tropas que empezaron a beber el tajamares, que según algunos, se obtenía de la evaporación de la orina que se filtraba en la guampa (cuerno) con yerba (hierba) u otras hierbas refrescantes que disfrazaban el sabor. Lo cierto es que, para muchos, es la menos aceptada, y nada tiene que ver con la preparación de la bebida en la actualidad. Para la gran mayoría, fueron los Jesuitas quienes descubrieron las bondades de la misma con los indios guaraníes, y con los años, su gran valor refrescante se fue extendiendo por el noroeste argentino, así como por regiones del sur de Brasil.
 
Nos surge entonces la pregunta ¿cómo está hecho el tereré? Es una mezcla de agua fría y hierbas refrescantes machacadas, diferente a «la bebida de mate común (en guaraní: ka’ay, -suena ca-aɨ-, donde ka’a es yerba, e y es agua) en que éste último se prepara con agua caliente. La yerba mate es puesta en maceración pues se le agrega agua fría (o agua con hielo), lo que proporciona una bebida agradable por su efecto refrescante, especialmente en jornadas con altas temperaturas, permitiendo el consumo de la yerba mate sin necesidad de recurrir al agua caliente»[2].
 
Justo ahora que estamos terminando febrero,  el último día de este mes, muchos paraguayos recuerdan  que es el "Día Nacional del Tereré".[3] Si pasas por Paraguay, pregunta por la bebida nacional, Patrimonio Cultural de la Nación. Asimismo, en Brasil, en 2011, el Consejo Cultural del Estado brasileño de Mato Grosso del Sur, inició la gestión para declararlo patrimonio histórico estatal, puesto que es la bebida más popular en esta región.
 
Y como ya está haciendo demasiado calor en toda Suramérica, me voy a buscar quién me prepare con hierbas refrescantes como cedrón , mentapeperina o menta’i, el cocú o alguna hierba, un buen tereré paraguayo para calmar la sed que está abrasando mi cuerpo. Incluso, hasta un tereré ruso me gustaría, llegando a sentirme un poco exiliada al recordar la historia del capitán ruso Blinoff, que nos dejó en su receta un preparado con jugo de naranja o cualquier otro cítrico. Con cualquiera me conformaría, puesto que el sopor de estos 40 grados me achicharra hasta el pensamiento que llega aquí para escribir este artículo. Por eso, ¡hasta la próxima!
 
[1] Disertante en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural en Paraguay.
[2] Tomado de la web: https://cheterere.wordpress.com/el-terere/
[3] Tomado de la web: http://www.taringa.net/post/hazlo-tu-mismo/16102421/Terere-paraguayo-como-hacerlo-info-imagenes.html
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y EL VERBO HABITÓ EN NOSOTROS EN LA SEMANA SANTA PARAGUAYA
 
Por María Lamicé Mira Restrepo[1]
 
La Semana Santa está arraigada profundamente en las raíces de las tradiciones y forma parte de la identidad cultural paraguaya, de allí que merece su conservación y valoración. La misma se inicia el Domingo de Ramos y va hasta el Domingo de Pascua. Aquí algunas tradiciones que se ponen en práctica estos días de mucha religiosidad en Paraguay.
 
Para los paraguayos, la Semana Santa es algo trascendental, según cada lugar, se vive la solemnidad de acuerdo con la idiosincrasia del mismo, y  como parte de una gran Celebración propia de la religión católica. Iniciamos nuestro recorrido con el Domingo de Ramos donde las palmas son bendecidas durante la procesión, y para quienes no van, dentro de la Ceremonia Eucarística, luego, cada uno se llevará la palma para su hogar y la tendrá durante un año para permanecer bendecido y ser preservado de todo mal durante ese año. Data la tradición como tal, históricamente hablando que, en la época de Jesús, los reyes y soberanos se recibían con palmas, tal cual el momento triunfante de Cristo sobre el borrico que lo llevaba al lugar donde tendría su pasión, y el pueblo, alegre mostró el jolgorio cuando Jesús entró a Jerusalén.
 
Continuando el recorrido durante la semana, el día Lunes, Martes y Miércoles las familias se preparan de forma espiritual para celebrar el Triduo Pascual. Asimismo, tienen platos típicos que se consumen durante ese tiempo, uno de ellos las chipas en formas de argollas, planas o con formas de animales. Cuenta la historia de la colonia que, los Jesuítas junto a los Guaraníes preparaban platos donde se mezclaban ingredientes como la mandioca o maíz y que la alimentación fue complementada con los nuevos alimentos traídos en misiones por los Jesuítas, entre ellos, carne bovina y ovina, leche, huevos, quesos, entre otros, así entonces, la gastronomía guaraní experimentaron cambios en sus formas de elaboración dando una riqueza a la Época Colonial hasta nuestros días. Dado lo anterior, la receta base del chipá o «chipa almidón», con sus diferentes variantes, podría haber surgido de esta relación de los misioneros Jesuitas con los –Guaraní, por demás, esa región donde se desarrolló la cultura y gastronomía hoy es conocida como «Área Guaranítica».
 
Dentro de la misma Semana Santa, se prepara la sopa paraguaya donde se utiliza cebolla, agua, sal gruesa, grasa de cerdo, huevos, queso fresco, harina de maíz (no polenta), leche cuajada o natural, nata de leche (receta tradicional).. Dicen los historiadores que, esa receta fue el resultado de la gastronomía de Paraguay y de la gastronomía del Nordeste argentino.[2] Así también, es habitual que las familias paraguayas consuman por esos días pollo al horno carnes variadas que se comparten con amigos y vecinos como una forma de fraternidad que recuerda lo que antecedió a la Pasión de Cristo.
 
Llega el Jueves Santo, el primer día del Triduo Pascual, y al atardecer, tal como pasó en su momento con Jesucristo, el sacerdote escogerá a doce personas que representan la figura de los doce que acompañaban a Cristo el día de la Última Cena cuando les lava los pies para unificar ese lazo espiritual que los hará ir por el mundo a predicar el Evangelio, hacerse esclavos de los hombres para ganar esas almas para Dios. Además, de la solemnidad en sí y el significado católico, los paraguayos se reúnen alrededor de la mesa con una comida abundante que recuerda el momento del compartir y que debe ser como lo recuerda Ana María Cánopi[3] un lugar de caridad y gozo, Tal como pasó en la Última Cena de Jesús. Al parecer, los paraguayos lo tienen claro y se da una verdadera unión y comunicación en familia.
 
Seguidamente, en los tres días claves del Triduo, los paraguayos en diferentes localidades de su país, realizan el Viernes Santo el Viacrucis con estaciones ubicadas en distancias que permiten hacer recorridos y reflexionar sobre los momentos vividos por Jesús antes de la Crucifixión. Las personas viven ese momento con todo el corazón.
 
Finalmente, el Sábado Santo, cuando culmina el Triduo Pascual, según la tradición, muchos fieles no consumen carne, y otros se suman a la abstinencia y el ayuno, algunos pasan el día meditando y leyendo la Biblia, preparándose para el gran evento que se dará en la tarde-noche por la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y llegado el gran momento, de celebrar la Pascua, las personas comparten los huevos a los vecinos y amigos, pero los comunes de gallina, sin embargo, es de explicar que, en la actualidad, la tradición ha cambiado por los famosos huevos de chocolate que a tantos les encanta compartir por esas fechas. Queda claro que, lo más importante para cada creyente paraguayo es la nueva vida que se comienza en Cristo, la nueva etapa que recuerda que la Resurrección es aquello a lo que estamos llamados como católicos a practicar durante el próximo año, hasta la siguiente Pascua en que todos se renovarán porque Cristo ha soplado su Espíritu Santo para que vivamos mejor.
 
[1] Disertante en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural en Paraguay.
[2] Tomado del documento en la web: http://web.archive.org/web/20120426073022/http://www.desarrollosocial.gob.ar/Uploads/i1/1-%20Recetas%20NEA.pdf
[3] Abadesa y fundadora de la Abadía Mater Ecclesiae en la isla de San Giulio (Orta Novara). Experta guía espiritual. Autora de numerosas publicaciones de espiritualidad bíblica, monástica y litúrgica. 
 
 
 
 
 
ROSALINA, UN NOMBRE CON ENCANTO DE ROSA
 
Por María Lamicé Mira Restrepo[1]
 

El significado de su nombre hace alusión a como es en realidad, una mujer muy creativa y dinámica, afectuosa y sociable. Rosalina, es una palabra latina que semeja a la rosa en su belleza. Siguiendo la línea de la inspiración, y aquella creencia judía que tenemos un nombre que nos conecta hasta la eternidad, parece reafirmar en ella la regla: porque es tal la fuerza de voluntad cuando se propone algo, según los estudiosos de nombres, que nuestro personaje del Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo cultural, cumple a cabalidad con esa característica que le han atribuido a su identificación terrena, y saca adelante sus proyectos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero ¿quién es en realidad Rosalina Giménez, la presidenta de este megaevento? En sus palabras, «una persona segura, responsable, ansiosa frente a los desafíos y éxitos». Merodear el mundo de Rosalina nos lleva a encontrarnos con una persona de una fuerza intensa en sus actos, de una simpatía que parece desbordarse tras los lentes que a veces porta y que nos deja al descubierto una mujer de sonrisa constante que pareciese surcar todo Paraguay como una especie de río con un frenesí que nos recuerda las Cataratas de Iguazú.

 

Mientras va de aquí para allá, traspasando las fronteras en los medios, comunicando y haciendo difusión sin parar del Congreso que la funde hasta el cansancio, nos va relatando que ve la importancia del Protocolo y los eventos para su país y para el mundo en general como una: «llave que abre puertas. Es una pasión todo lo relacionado con esta disciplina porque exige mucho compromiso». Y esboza una sonrisa, porque pareciese que en ella se dibuja el Paraná, el Paraguay y el Pilcomayo cuando deja explayar sus labios en un gesto no verbal que irradia la satisfacción con la cual está organizando todo este gran evento.

 

Adentrándonos un poco más, como si estuviésemos ingresando a las aguas del lago Ypacaraí, Rosalina, nos va relatando amablemente cómo es un día normal en su diario acontecer. «Me levanto a las cinco de la mañana para caminar y respirar aire puro, me gusta la vida sana. Empiezo con mis actividades laborales. Por la tarde, voy a capacitarme en la Escuela de Ciencias  Sociales y Política».

 

Conocedora de la importancia y la responsabilidad que conlleva la organización de un evento como estos, dice con una alegría que se evidencia en todo su semblante: «Me gustan los desafíos que conllevan una buena organización, porque dan como resultado la excelencia, dejando una satisfacción personal y  profesional.  Además, esto tiene que ver con lo que ha significado el Protocolo en mi vida, me ha ayudado a crecer personal y profesionalmente». Rosalina, está segura que, el Protocolo es algo importante en cualquier sociedad, y por ello, cuando le pregunto ¿cómo ve el desarrollo del tema en  Paraguay?, responde sin titubeos: «Lento pero con avance seguro», situación que, probablemente, ayudará en todos los aspectos al gran país guaraní.

 

 

 

 

Mientras Rosalina Giménez, la presidenta y gran artífice del Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural, toma una copa de vino, pareciese que nos va llegando una nota de su amada Paraguay en un sonido musical muy autóctono, que genera una gran sensibilidad en ella y un enamoramiento aún mayor por su país. «Tengo formación como bailarina folklórica en danza paraguaya», y se marca un brillo en sus ojos cuando lo comenta. También es una mujer de mucha disciplina y puntualidad. Una gran sibarita de todas las comidas de su Paraguay, por eso, no hay una predilección en especial por alguna, a los turistas les recomienda degustar y dejar que los paladares se encanten con la magia de los sabores y de la naturaleza de su país, que disfrutados en la playa de un río, o mientras nos dejamos arrullar por el canto de un Guayrapu o pájaro campana nos perdamos en ese cúmulo de sensaciones terrenas que se unen con lo divino en ese paisaje guaraní.

 
[1] Disertante en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural en Paraguay.
 
 
 
 
 
MADRE: PALABRA Y MUJER QUE PERMANECEN EN EL TIEMPO
 
Por María Lamicé Mira Restrepo[1]
 
Resonaban en mi mente unas palabras hermosas sobre la madre, y buscando y buscando en los anáqueles de mis recuerdos desvaídos, encontré en mi desvencijado cerebro agotado por el cansancio, un trozo del actor, director teatral y educador paraguayo, Gustavo Calderini Ganssers, resonaba así en mi cabeza un fragmento de la bella poesía:
 
«Hay una mujer… que tiene algo de Dios…por la inmensidad de su amor…Y mucho de ángel…por la incansable solicitud de sus cuidados.
Una mujer que siendo joven,tiene la reflexión de una anciana.Y en la vejez…trabaja con el vigor de la juventud.
Una mujer que si es ignorante…descubre todos los secretos de la vida…con más aciertos que un sabio y si es instruida…se acomoda a la simplicidad de los niños…»
 
Así, con la simplicidad de los niños que proponía Calderini, en medio de la desnudez de pensamientos, fui recordando como la madre amorosa, entregada, llena de sinsabores, de contradicciones, de tristezas guardadas, de amaneceres tranquilos, de noches de insomnio, permanecía inmóvil, apasible, a veces meditabunda. En ocasiones está como lo describía el autor español Miguel de Unamuno en su poema: «Madre, llévame a la cama»: bendiciendo al hijo mientras clamaba: «Ven, hijo, Dios te bendiga, y no te dejes caer. No te vayas de mi lado, cántame el cantar aquél».
 
Este es su mes, el mes propicio para regalarle besos y una Caricia, como lo hizo con su poema Gabriela Mistral: «Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más, y el enjambre de mis besos no te deja ni mirar...». Tal vez le digamos que es alguien fuerte como la roca, y recordemos el escrito de Cortázar, Madre: «Eres una columna de ceniza (yo te quemé), una toalla en la percha para las manos que pasan y se frotan, un enorme búho de ojos grises que espera todavía mi nombramiento decorativo, mi declaración conforme a la justicia…» O nos deslicemos por los bellos poemas de Neruda en su Amor que escribió con total soltura a esa gran mujer que nos ha dado lo mejor que pueden dar las madres, su todo, a quien poco se sabe amar en ocasiones como expresó el poeta:
 
«Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía amarte más.Y todavía amarte más y más».
 
Desde el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural, rendimos un homenaje sentido a todas la madres paraguayas, a quienes están entregadas a organizar este evento y a todas las madres del mundo que, en todos los rincones del mundo, dan siempre lo mejor de sí, en medio de la calma o la tormenta, puesto que las madres siempre se dan por completo en su labor.
 
[1] Disertante en el Congreso Iberoamericano de Protocolo y Turismo Cultural en Paraguay.
 
 
 
 
bottom of page